Los diversos matices quedaron en evidencia durante la semana.
La nominación del juez Daniel Rafecas como procurador general de la Nación, el Presupuesto que se aprobó en Diputados y los diferentes matices al opinar sobre las tomas de tierras o el diálogo que propuso la vicepresidenta Cristina Kirchner mostraron diferencias internas en Juntos por el Cambio.
Las opiniones difieren entre los socios de la coalición opositora que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, e incluso varían hacia adentro del mismo partido en algunos casos.
El caso más resonante es el pedido de la fundadora de la CC, la exdiputada Elisa Carrió, para que Juntos por el Cambio (JxC) le otorgue al oficialismo los dos tercios de los votos necesarios para consagrar a Rafecas como Procurador.
Este viernes, Carrió reunió en su casa de Exaltación de la Cruz al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y a la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, en un encuentro para “fortalecer y consolidar” a la coalición, en el que también estuvo presente el tema de Rafecas.
Horas antes, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, había señalado en declaraciones a un medio nacional que compartía la propuesta de Carrió de apoyar la nominación de Rafecas como procurador.
Si bien su fuerza no tiene senadores propios, Carrió planteó el tema -dijo que Rafecas “sabe derecho” y “lo respaldan los fiscales más serios de la Nación”- y los diputados de su partido salieron a explicar sus razones.
“Estos momentos de la historia se juegan con nombre y apellido, porque el retroceso que vivimos con Alejandra Gils Carbó no lo podemos permitir”, dijo el jefe del bloque de la CC en Diputados, Maximiliano Ferraro, que también participó del largo encuentro de ayer en Exaltación de la Cruz.
Ferraro argumentó que mucho peor sería que el oficialismo “modificara las mayorías” necesarias para nombrar al procurador, y añadió que “comparado con los otros candidatos” que evalúa el oficialismo, Rafecas “no es un fanático de la lógica del Instituto Patria”.
Fuentes de la CC explicaron que el de Rafecas “no fue un tema específico” del encuentro de ayer, pero indicaron que es un punto en el que “se acordó seguir dialogando para tener en un plazo breve una rápida resolución”.
La sorpresiva propuesta de Carrió cayó como un balde de agua fría en los otros dos socios de JxC, y en la última sesión el senador cordobés Ernesto Martínez (JxC) dijo que hubo “operaciones mediáticas de una señora gorda”; y aún resta por ver qué repercusiones tendrá el encuentro de ayer, en el que no hubo representantes del ala más dura macrista, los denominados ‘halcones’.
“Esto es inaceptable por mi lado, y en nombre del bloque digo que esa necesidad y ese acuerdo para llegar a los dos tercios en relación a esa persona no existe ni existirá, porque este interbloque no admite influencias externas, tengan el peso que tengan”, concluyó su discurso Martínez.
Con menos visibilidad mediática, queda por ver si la votación del Presupuesto -donde la mayoría del interbloque de JxC que conduce Mario Negri no logró imponer su propuesta de abstenerse- dejará heridos o no pasará a mayores.
Mientras la UCR se mantuvo unida en la abstención, entre los votos negativos siete fueron del PRO y seis de la Coalición Cívica.
En el otro extremo, un sector del interbloque de JxC -6 en total- integrado por dos diputados de Corrientes (que responden al gobernador Gustavo Valdés) y tres jujeños (cercanos al mandatario Gerardo Morales) respaldaron el proyecto.
Fuera de estas diferencias que esta semana se hicieron particularmente visibles en el Parlamento, entre la dirigencia partidaria de JxC causó sorpresa y algún resquemor la respuesta del expresidente Mauricio Macri al llamado a un acuerdo multisectorial señalado por la vicepresidenta Cristina Kirchner en la carta pública que difundió el 26 de octubre.
“Ratifico la voluntad de JxC y mía de sentarnos con otras fuerzas en una mesa pública de diálogo que siga las siguientes condiciones: la Constitución Nacional sobre la mesa, dar de baja el embate a la Justicia, al procurador, a la Corte y a la propiedad privada”, escribió este viernes Macri en su cuenta de Twitter.
Para algunos referentes del sector moderado de PRO, que lideran Rodríguez Larreta y Vidal, fue una manera de “marcar la cancha”, revalidar su autoridad y asegurarse que el diálogo nunca ocurra.
Sin embargo, Carrió piensa que el tiempo político del expresidente se terminó y lo expresó en forma contundente esta semana: “Macri ya fue”, disparó Lilita en una entrevista con La Nación+.
Otros temas que marcaron diferencias esta semana entre los socios de Juntos por el Cambio fueron el predio tomado y desalojado en Guernica y el conflicto familiar entre los Etchevehere.
Algunos no ven con buenos ojos que la titular del PRO, Patricia Bullrich, y el excandidato a vicepresidente de Macri, Miguel Pichetto, hayan viajado a Entre Ríos a apoyar a la familia Etchevehere en contra de su hermana, Dolores, que reclama la propiedad de un campo familiar.
En el mismo sentido, las posturas sobre la toma de Guernica que se desalojó en las últimas horas tampoco fueron uniformes.
No pasó desapercibido el tuit donde el jefe de Gobierno porteño asegura que “es esencial contar con la certeza de los derechos de propiedad” pero al mismo tiempo “atender las situaciones de un enorme déficit habitacional” en el país, en un matiz que no todos en su fuerza manifestaron.
Con ese mar de fondo, la fuerza de todos modos apuesta a cerrar grietas e incluso ampliarse hacia nuevos actores. Prueba de ello es el acto desarrollista convocado para el miércoles próximo, para conmemorar los 106 años del natalicio de Rogelio Frigerio, mano derecha del expresidente Arturo Frondizi y abuelo del exministro macrista del mismo nombre.
Entre los oradores estarán, además de Frigerio (nieto), Rodríguez Larreta y Vidal, en un gesto de ambos hacia la “pata peronista” que Frigerio y Emilio Monzó apuestan por seguir encabezando, cada vez más lejos de Macri.
Pero además invitaron a acompañarlos como oradores a la referente del GEN, Margarita Stolbizer, el economista liberal Ricardo López Murphy y el neurocientífico (de afinidad radical) Facundo Manes.